La sílice cristalina, un mineral compuesto de silicio y oxígeno (SiO2), está presente en numerosos materiales de construcción y representa una amenaza significativa para la salud de millones de trabajadores en todo el mundo, incluyendo España.
¿Qué es la Sílice Cristalina y por qué es peligrosa?
La sílice cristalina se encuentra en materiales como el hormigón, el ladrillo y la piedra.
La manipulación en seco de productos y materias primas que contienen cuarzo (corte, lijado, molienda…) produce generación de polvo de sílice al ambiente. Este polvo contiene partículas de distinto tamaño. Son las fracciones más pequeñas de estas partículas (inferiores a 5 micras) las que generan efectos graves para la salud ya que pueden ser inhaladas y penetrar profundamente en los pulmones depositándose en los alveolos. A esta fracción se la denomina Sílice Cristalina Respirable (SCR).
La exposición continuada a la misma puede causar graves daños a los pulmones. La enfermedad más común asociada a esta exposición es la silicosis, una enfermedad pulmonar crónica e irreversible que puede provocar dificultad para respirar, tos crónica y, en casos severos, insuficiencia respiratoria.
Exposición en el Mundo Laboral
Los trabajadores de la construcción, minería, tunelería, cerámica y otras industrias relacionadas con la manipulación de materiales que contienen sílice cristalina están especialmente expuestos a este riesgo. Actividades como cortar, perforar, demoler y lijar productos y materias primas que contengan sílice libre y por lo tanto generan polvo de sílice, este puede ser inhalado fácilmente.
Legislación Española y Actualizaciones
En 2017 la Unión Europea reconoció el polvo de sílice como agente cancerígeno en el sector de la Construcción. Un año después, España actualizó el cuadro de enfermedades profesionales incluyendo al cáncer de pulmón como enfermedad provocada por la inhalación de polvo de sílice libre.
Importante destacar que, en 2020, en la legislación española la sílice cristalina fue clasificada como carcinógeno humano, mediante la modificación del Real Decreto 665/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo el cual establece los valores límite de exposición profesional y fija un valor límite de exposición diaria de 0,05 mg/m³.
Esta norma establece obligaciones para las empresas, como la evaluación de los riesgos, la implantación de medidas preventivas y la vigilancia de la salud de los trabajadores expuestos.
Medidas Preventivas
Siguiendo los principios de la acción preventiva (artículo 15 de la Ley 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales), para proteger la salud de los trabajadores, es fundamental implementar una serie de medidas preventivas:
- Sustitución de materiales: Utilizar materiales alternativos con menor contenido de sílice cristalina siempre que sea posible.
- Control de la generación de polvo: Implementar sistemas de extracción local, ventilación, humidificación y limpieza regulares.
- Equipos de protección individual: Proporcionar a los trabajadores equipos de protección respiratoria adecuados (mascarillas con filtro P3), gafas de seguridad y ropa de protección.
- Formación: Impartir formación a los trabajadores sobre los riesgos de la sílice cristalina, las medidas preventivas y el uso correcto de los equipos de protección.
- Higiene personal: Se asignará un tiempo específico durante la jornada laboral para el aseo personal, de acuerdo con lo establecido en el RD 665/97.
- Ropa de trabajo: La empresa proporcionará y se encargará del lavado y descontaminación de la ropa de trabajo. Queda estrictamente prohibido llevar esta ropa a casa.
- Vigilancia de la salud: Realizar reconocimientos médicos periódicos a los trabajadores expuestos, los cuales incluirán el análisis de la historia clínico-laboral, exploración física, estudios radiológicos de tórax y pruebas de función pulmonar del trabajador expuesto.
Consecuencias de No Cumplir con las Medidas Preventivas
El incumplimiento de las medidas preventivas puede tener graves consecuencias:
- Problemas de salud para los trabajadores: Silicosis, cáncer de pulmón y otras enfermedades respiratorias crónicas.
- Sanciones administrativas: Las empresas pueden ser sancionadas con multas económicas.
- Responsabilidad civil: Las empresas pueden ser demandadas por los trabajadores afectados y sus familias.
- Pérdida de imagen: Los accidentes laborales y las enfermedades profesionales pueden dañar la reputación de una empresa.
La Situación Actual y Casos Reales
Desafortunadamente, a pesar de la existencia de legislación y medidas preventivas, la exposición a la sílice cristalina sigue siendo un problema grave en muchos sectores. Numerosos estudios han documentado un aumento de casos de silicosis en trabajadores de la construcción, especialmente en aquellos que realizan tareas de corte, perforación y demolición.
Casos reales de trabajadores que han perdido la vida o han sufrido graves discapacidades debido a la silicosis han puesto de manifiesto la necesidad de una mayor vigilancia y cumplimiento de la normativa.
Conclusión
La exposición a la sílice cristalina es un problema de salud pública que requiere una atención urgente. Es fundamental que todos los actores involucrados, desde los trabajadores hasta las empresas y las autoridades, trabajen juntos para garantizar un entorno de trabajo seguro y saludable. La prevención es la mejor herramienta para combatir este problema y evitar las graves consecuencias para la salud de los trabajadores y sus familias.
Desde PREVENVITAL te informamos de qué medidas se deben llevar a cabo en su empresa si trabajas con algún agente cancerígeno en el sector de la construcción.
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